Las personas que te quieren no saben qué te pasa y unos días están compasivo y otros iracundos, sin que tu hayas cambiado nada y sin motivo aparente. La vida comienza a perder sentido y tú te limitas simplemente a sobrevivir. Un sentimiento culpabilidad inunda tu cuerpo y alguna vez aunque sea de forma fugaz y sin querer llevarlo a cabo ha pasado por tu cabeza el pensamiento de querer quitarte de en medio porque ¿Para que sirve todo este sufrimiento que padeces? Puede que tú creas que te lo mereces por algo que hayas hecho y que los lloros se hayan vuelto habituales en ti, puede hasta que ya hayas llorado tanto que no te queden lágrimas en los ojos. Habrás buscado cosas antes de llegar aquí para ver si te ayudaban, muy posiblemente te hayan recetado pastillas pero aunque lleves meses tomándolas no notas mejoría. La respuesta es sencilla. No sirve para nada. Ni siquiera para ganarte el cielo. Si consiguieras ser el de antes o simplemente atenuar y mitigar esa pena ¿Merecería la pena hacer un esfuerzo?

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